El occidente de Venezuela sintió su primer temblor de 2023

El año 2023 comenzó con un sismo leve en el occidente de Venezuela. La tarde del 31 de enero, la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) reportó un sismo de magnitud 4.1 cerca de la ciudad de El Tocuyo, en el estado Lara.

En su cuenta de Twitter, la institución indicó que el epicentro se registró a las 2:08 pm, 12 kilómetros al sureste de El Tocuyo. Tuvo una profundidad de 5 kilómetros, por lo que se pudo sentir en toda la región.

Este sería el primer sismo perceptible del año en el país. Previamente, Funvisis informó que hubo un primer temblor de magnitud 3.5 en el estado Sucre, cerca de la población de Güiria, el 1° de enero a las 10:14 pm.

Posteriormente, este mismo 2 de enero, hubo otro en Casigua, Zulia, de magnitud 3.6 y registrado a las 9:26 am. Sin embargo, ambos sismos fueron catalogados como no sentidos, por lo que no causaron mayores impresiones.

De acuerdo con portales de noticias locales, el sismo se pudo sentir en diferentes partes del estado Lara como Barquisimeto, Sanare, Quíbor y Cabudare. Si bien algunos usuarios manifestaron en redes sociales haber sentido el temblor, lo describieron como breve y no muy fuerte.

De igual manera, no hay reportes hasta el momento de daños materiales ni de personas lesionadas. De hecho, no hay mayores reportes de que el sismo se sintiera en otras regiones, o siquiera en estados cercanos como Zulia, Trujillo o Portuguesa.

Al ser de magnitud 4.1, este temblor se puede clasificar dentro de la escala de Mercalli como de nivel IV, o moderado. Es decir, puede ser percibido por algunas personas y es capaz de hacer mover objetos colgantes, pero no representa ningún tipo de riesgo para infraestructuras ni seres humanos.

Ante un temblor superior a la magnitud 4.0, Funvisis recomienda mantener la calma y evitar salir corriendo del lugar. En todo caso, es importante mantenerse alejado de cualquier objeto que pudiera caer o cortar al impactar con el suelo, así como de ventanas, balcones, puertas de vidrio o espejos. Si se está en la calle, también hay que evitar estar cerca de postes y cableado, además de cualquier pared o estructura con riesgo de colapsar.

La fundación explica que lo ideal es, en primera instancia, cubrirse debajo de una mesa o escritorio. En el caso de no tener una cercana, se puede ubicar contra una pared interna o punto resistente de la habitación, protegiendo la cabeza con los brazos. Posteriormente, se debe evacuar de manera ordenada, usando siempre las escaleras y evitando lugares de riesgo. Es recomendable además contar con un plan de emergencia en el hogar, escuela o lugar de trabajo, que debe ser conocido por todos para aplicar rápidamente.

-Ubicar el lugar más seguro del recinto, al cual poder acudir en caso de sismo.
-Cerca de ese punto seguro, disponer de un kit de primeros auxilios y un morral con objetos como linternas, baterías, comida enlatada con su destapador, agua, un radio y un silbato. También se pueden incluir copias de documentos de identidad, información como el grupo sanguíneo de los presentes y una lista de los centros de salud más cercanos.

-Mantener despejadas las principales salidas y vías de emergencia del edificio. No almacenar sustancias inflamables o corrosivas.

-Asegurar objetos pesados, evitando colocarlos en lugares altos donde se podrían caer. También fijar bien elementos como bibliotecas, lámparas o ventiladores de pared.
-Después que pase el temblor, cerrar la llave del agua y del gas. Por ningún motivo encender velas, fósforos o yesqueros.

-Tomar en consideración si alguno de los residentes posee algún tipo de discapacidad o movilidad reducida.