Connect with us

VENEZUELA

Carros, comida y efectivo: el “boom” de los bingos y las rifas en Venezuela – El Espectador

“El barco, el ajo, la escoba”, retumba un parlante en una calle de un barrio en Ciudad Guayana, Venezuela. Un bingo organizado por la misma comunidad rifa esa noche un auto usado. Zurimar Moya se llevó el Mitsubishi 2007, nada despreciable en un país en el que comprar un vehículo, así sea usado, es una quimera para la mayoría. Con la figurita del “cacao” llenó su cartón, que sacudía mientras corría para que lo validaran. “Casi le da una vaina (algo) de la emoción. Sentía que el corazón se le iba a salir”, relató su hermana, Zulmira, de 44 años, quien “cantó el bingo” porque Zurimar, de 49 años, quedó perpleja, muda.
Comprar un carro nuevo es una cosa de élites por la falta de crédito y una reducida oferta, prácticamente limitada a modelos de alta gama. Y los autos usados son inaccesibles para los habitantes de las zonas humildes, como Moya. El que se rifó aquella noche en el barrio UD-146 de Guayana (estado Bolívar, sur) costó US$2.000.
Le sugerimos: EE. UU.: en 2022 cinco estados votaron la abolición de la esclavitud; en uno perdió
Con una dolarización informal y la flexibilización de los controles, la economía venezolana tuvo un respiro, después de años de recesión e hiperinflación que pulverizaron el poder adquisitivo. Con esos cambios, reaparecieron las loterías, que reparten premios de hasta US$500.000, mientras que muchos comercios comenzaron a rifar también autos y motos.
Una tienda de comida fina en Caracas exhibe en su frente una camioneta, tipo pick-up 0 km, y una moto que se rifan para promocionar las ventas, explica Nixon Aquino, empleado del establecimiento. El boleto no es barato: US$100 dólares. Hay opciones más económicas, como en el sector popular Catia, también en Caracas, donde en una misma cuadra un abasto rifa una moto y dos carros usados. “Queda un poquito más (de dinero) rifándolos que vendiéndolos”, señala Argenis Dávila, uno de los comerciantes.
Con la llegada de la navidad, los bingos comunitarios, una vieja tradición, recuperaron impulso, con premios más atractivos y fiestas que se extienden hasta la madrugada con música a todo volumen y mucho trago. La noche que ganó Zurimar, en la UD-146, en la zona popular de San Félix, más que bingo, se jugó Picoca, una versión en la que el cartón consta de figuras. Se vendieron casi 1.500 cartones, a 3 dólares cada uno, con lo que se financiaron el auto y otros premios menores.
Las recompensas varían: desde vehículos y dinero en efectivo, hasta cestas de comida o cuñetes de pintura. Las autoridades no regulan estos eventos, que incluso han sido organizados por bandas criminales que controlan barriadas. Los promotores cuentan que “contratan” a policías -con muy bajos sueldos- para custodiar la operación.
Le puede interesar: Después de nueve meses, los soldados ucranianos ingresan a la ciudad de Jersón
Algunos jugadores compran varios cartones que distribuyen a lo largo de sus mesas plásticas, que colman toda la avenida, y otros los exhiben en las maleteras de autos estacionados. Zurimar tenía “uno nada más”, recuerda su hermana. “Decía que con uno nada más iba a ganar”. Dato curioso: no sabe conducir.
En el centro de la cuadra, en una carpa blanca con una mesa, gira un biombo de madera con las figuritas. Un hombre canta las fichas, con una leve cortina musical. Anuncia una figura, hace una pausa, repite y pasa a la próxima. El cuchicheo de la gente es mínimo.”Es una manera de reinventarse y poder ayudarse, porque no solamente el organizador se beneficia, sino la comunidad entera”, dice Gilbert Ramos, organizador del bingo en la UD-146. “La participación es grande, familias enteras vienen, se reúnen como si fuera un fin de año”.
Ramos, que con este completa cuatro bingos, viaja a los mercados para recoger cajas que le sirven para fabricar los cartones, imprime las papeletas con las figuras y las pega. Las personas de la misma comunidad los venden y ganan una comisión. Este fin de semana hay otro, organizado por otra gente, también en la UD-146. Se repartirán dinero y celulares, y el premio mayor será una moto y una cerda llamada Juanita.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Le invitamos a verlas en El Espectador.

source

Continue Reading
slot777 slot thailand slot777 https://situsterpercayaslot777.com/ slot gacor hari ini slot gacor maxwin slot deposit pulsa slot deposit pulsa tri http://sia.unidha.ac.id/repository/dosen/riwayat/login/dewajasin/ https://karanganyar.alabidin.sch.id/wp-content/shop/ https://smpabbs.alabidin.sch.id/dewajasin/ https://thehero.alabidin.sch.id/merdeka/ https://abbs.alabidin.sch.id/angkorwd/ https://gemoy99.com/jutsu/ https://alabidin.sch.id/katon/ https://platinum.alabidin.sch.id/gold/ https://stia.alabidin.sch.id/bavet/